martes, 1 de febrero de 2011

Casi un mes

Cada vez me siento mejor. Ahora cada vez que huelo el humo de un cigarro lo relaciono con veneno y me funciona muy bien. Lo mejor de todo es que ya no tengo esa sensación de vacio después de comer algo o tomar un café. La verdad es que la nueva ley ayuda mucho, ya que estoy en un bar y nadie fuma a mi alrededor.

El otro día salía de una tienda y fui a encenderme un cigarro. Era como un acto mecánico pero en unos segundos me dije "Pero.. si no fumas, ¿no?" y todo pasó. Fue una cosa extraña. Por otro lado siempre relacionaba fumar con algo divertido. Es decir, con ser "de los malos". Mis primeros cigarros me los fumaba compartidos con otros dos amigos a escondidas en un lugar apartado de mi ciudad. Después escondíamos el paquete por esa zona y nos comíamos unos chicles para que en casa no se enteraran. Todo era furtivo, todo era prohibido y eso le daba mucha emoción a todo. Luego vinieron las "pellas" del colegio para echarnos unos cigarros y los escaqueos del trabajo, "bajar a fumar". Me he dado cuenta de que esa "emoción" del cigarro la sigo conservando pero la verdad es que me encuentro con mucha más energía y con menos miedos para afrontar las cosas.

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola,

En una de tus primeras entradas decias que dejar de fumar era un duelo, como perder a alguien cercano...
a veces se te olvida que esa persona se ha ido y tienes ese impulso, como el tuyo al salir de la tienda, de marcar su numero...

Pero la vida, como todo en ella, tiene sus 'ups and downs' y todo fluye...

Animo!

ex-fumador dijo...

Gracias por tus palabras. Me ha gustado mucho eso de todo fluye.."Panta Rhei". Salu2.

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